Javier Zubiaurre, hijo del fundador y perito industrial formado en la Escuela Armería de Eibar, se incorpora plenamente a la actividad familiar e impulsa su desarrollo técnico y comercial. La actividad se traslada a unas nuevas instalaciones en las calles Jardines-Muzategi donde la crisis de Ullastres de 1957 fuerza la búsqueda de nuevos clientes con los que se inicia el crecimiento de la empresa y facilita la incorporación de más personas y la adquisición de modernos equipos productivos.